domingo, febrero 29, 2004
Juanga y los debates inútiles
Existen columnistas que escriben sólo porque tiene pezuñas para ello, como es el ilustre Juan Gabriel Valencia, quien emitió la siguiente perla:
Dios, ¿qué se supone que está a debate? Por si no lo sabe Juanga, hacer grabaciones de comunicaciones privadas sin una autorización judicial está prohibido por la Constitución e incluso la Carta Magna dispone que la ley sancione penalmente cualquier acto que atente contra su libertad y privacía. La norma fundamental además establece que carecerán de todo valor probatorio los resultados de las intervenciones que no cumplan con los requisitos constitucionales. Por tanto, hacer pública una grabación que fue hecha sin autorización judicial atenta contra el derecho a la privacía en las comunicaciones y es una conducta contraria a lo ordenado en la Constitución. En pocas palabras, es ilegal difundir ilegalidades, por lo que resulta del todo impertinente que en medios se presenten testimonios que jurídicamente no prueban nada.
Pero Juanga considera útil debatir el tema. ¿Será que perro no come perro?
Seguramente.
Mejor que baile el Noa Noa.
Existen columnistas que escriben sólo porque tiene pezuñas para ello, como es el ilustre Juan Gabriel Valencia, quien emitió la siguiente perla:
- «[...]Sería útil debatir, sin prejuzgar los alcances del debate, en torno a la conveniencia y hasta la legalidad de difundir en los medios testimonios obtenidos de manera ilegal y delictiva[...]»
Dios, ¿qué se supone que está a debate? Por si no lo sabe Juanga, hacer grabaciones de comunicaciones privadas sin una autorización judicial está prohibido por la Constitución e incluso la Carta Magna dispone que la ley sancione penalmente cualquier acto que atente contra su libertad y privacía. La norma fundamental además establece que carecerán de todo valor probatorio los resultados de las intervenciones que no cumplan con los requisitos constitucionales. Por tanto, hacer pública una grabación que fue hecha sin autorización judicial atenta contra el derecho a la privacía en las comunicaciones y es una conducta contraria a lo ordenado en la Constitución. En pocas palabras, es ilegal difundir ilegalidades, por lo que resulta del todo impertinente que en medios se presenten testimonios que jurídicamente no prueban nada.
Pero Juanga considera útil debatir el tema. ¿Será que perro no come perro?
Seguramente.
Mejor que baile el Noa Noa.

Comments:
Publicar un comentario
Usted debe estar de acuerdo con el Aviso Legal de Avengerlog para leer, estar o usar este weblog.