Avengerloglunes, marzo 15, 2004
Dios es grande, se van
Ocho años de gobierno imbécil han terminado y los electores españoles (por fin) han mandado al infierno al Partido Popular, lugar de donde no debió salir jamás. Para el registro quedan (entre muchos sucesos) el manejo torpe del asunto del Prestige, la política de mano dura del asno Aznar y el saldo sangriento del pasado 11 de marzo.
Esperemos que el triunfador Rodríguez Zapatero no caiga en las corruptelas que en su momento hicieron perder el gobierno al PSOE y no cometa tonterías como las de los onagros del PP.
Ojalá haga un buen gobierno, los españoles se lo merecen.
Ocho años de gobierno imbécil han terminado y los electores españoles (por fin) han mandado al infierno al Partido Popular, lugar de donde no debió salir jamás. Para el registro quedan (entre muchos sucesos) el manejo torpe del asunto del Prestige, la política de mano dura del asno Aznar y el saldo sangriento del pasado 11 de marzo.
Esperemos que el triunfador Rodríguez Zapatero no caiga en las corruptelas que en su momento hicieron perder el gobierno al PSOE y no cometa tonterías como las de los onagros del PP.
Ojalá haga un buen gobierno, los españoles se lo merecen.
sábado, marzo 06, 2004
Una buena noticia, al fin
Al parecer, por fin se comenzó a rodar en Islandia una película de Batman que no está destinada a un público de retrasados mentales. Tiene un buen director (Christopher Nolan, el mismo de Memento), un actor estelar que sí se parece al encapotado del cómic (Christian Bale, el que encarnó magistralmente al American Psycho de Bret Easton Ellis) y a un británico que sí parece inglés en el papel de Alfred (Michael Caine, aunque me divierte la idea de verlo interpretar a un mayordomo). Otros actores de peso en la historia son Liam Neeson (que personifica al asesinazo Henri Ducard, maestro de Bruce Wayne antes de que se convirtiera en Batman), Morgan Freeman, Gary Oldman (como Jim Gordon) y Ken Watanabe (en el papel del ecoterrorista Ra's Al Ghul). Puede consultarse más información sobre la cinta en la página de IMDB.
El filme, si la Warner Brothers no tiene alguna ocurrencia disparatada, se titularía Batman Begins. Lo bueno es que esta película, a estrenar en 2005, pretende romper con las cochinadas que dirigió Joel Schumacher en 1995 y 1997. Si buscan hacer tabula rasa, quizá deberían empezar por no utilizar connotaciones temporales en el título de la cinta.
Quizá el libreto sea bueno. El screenplay de Batman Begins es de David S. Goyer (quien escribió los aceptables guiones de las películas de Blade pero que también participó en bazofias como la producción para TV de Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D). Quien haya leído las historias de Sam Hamm sobre el papel de Henri Ducard en la vida de Batman (como Blind Justice), o las sagas escritas por Mike W. Barr sobre el alquimista Ra's Al Ghul -hombre centenario, enemigo del hombre murciélago y padre de la única mujer con quien el detective ha concebido hijos- sabe que esos personajes merecen respeto. El caballero oscuro no sólo tiene adeptos entre los babosos que se deleitaban con el show televisivo de Bruno Díaz y Ricardo Tapia, también cuenta con lectores serios, por ellos es deseable que esta nueva cinta sobre Batman no sea una patochada camp como las anteriores.
Ojalá ésta no sea otra decepción fílmica (aunque Ra's Al Ghul no diría wa-sa Allah, a pesar de ser árabe).
Al parecer, por fin se comenzó a rodar en Islandia una película de Batman que no está destinada a un público de retrasados mentales. Tiene un buen director (Christopher Nolan, el mismo de Memento), un actor estelar que sí se parece al encapotado del cómic (Christian Bale, el que encarnó magistralmente al American Psycho de Bret Easton Ellis) y a un británico que sí parece inglés en el papel de Alfred (Michael Caine, aunque me divierte la idea de verlo interpretar a un mayordomo). Otros actores de peso en la historia son Liam Neeson (que personifica al asesinazo Henri Ducard, maestro de Bruce Wayne antes de que se convirtiera en Batman), Morgan Freeman, Gary Oldman (como Jim Gordon) y Ken Watanabe (en el papel del ecoterrorista Ra's Al Ghul). Puede consultarse más información sobre la cinta en la página de IMDB.
El filme, si la Warner Brothers no tiene alguna ocurrencia disparatada, se titularía Batman Begins. Lo bueno es que esta película, a estrenar en 2005, pretende romper con las cochinadas que dirigió Joel Schumacher en 1995 y 1997. Si buscan hacer tabula rasa, quizá deberían empezar por no utilizar connotaciones temporales en el título de la cinta.
Quizá el libreto sea bueno. El screenplay de Batman Begins es de David S. Goyer (quien escribió los aceptables guiones de las películas de Blade pero que también participó en bazofias como la producción para TV de Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D). Quien haya leído las historias de Sam Hamm sobre el papel de Henri Ducard en la vida de Batman (como Blind Justice), o las sagas escritas por Mike W. Barr sobre el alquimista Ra's Al Ghul -hombre centenario, enemigo del hombre murciélago y padre de la única mujer con quien el detective ha concebido hijos- sabe que esos personajes merecen respeto. El caballero oscuro no sólo tiene adeptos entre los babosos que se deleitaban con el show televisivo de Bruno Díaz y Ricardo Tapia, también cuenta con lectores serios, por ellos es deseable que esta nueva cinta sobre Batman no sea una patochada camp como las anteriores.
Ojalá ésta no sea otra decepción fílmica (aunque Ra's Al Ghul no diría wa-sa Allah, a pesar de ser árabe).
Ortografía política
Tomado de una conversación familiar matutina:
Tomado de una conversación familiar matutina:
- «- ¿Cómo se escribe priista?
- Como chiita, con acento vergonzante.
- ¿No se acentúa en la segunda "i", la de inmoral?
- No, también es acento degradante, por eso lo ocultan aunque sea evidente.
- ¿Y cómo se escribe perredista?
- Sin acento, se lo robaron.
- Ah.»
Otra vez Juanga
Por causas ajenas a mi voluntad me he abstraído del Circo Porcino Mexicano que ha dado su bochornoso espectáculo esta semana (me fastidian personajes como el payasito verde, los perredistas de uñas largas o el inefable peje que no se ensucia), pero deseo dedicarle unas líneas a uno de los pensamientos del nunca mal ponderado Juan Gabriel Valencia:
¡Habrase visto semejante estupidez! La doble moral no es un asunto de interés particular, como decidir si se desayuna salmón ahumado con queso crema y bagels, moka con croissants o huevos revueltos con birote salado. Lo que la obtusa weltanschauung de Juanga no comprende es que la doble moral es la causa de todos los desatinos y corruptelas perredistas que se han ventilado esta semana en la cloaca nacional. Sólo un político con doble moral puede condenar con dedo flamígero las suciedades de los adversarios mientras vive en la opulenta casa de un sujeto que se beneficia de su tráfico de influencias. Únicamente un jefe de gobierno con doble moral puede señalar que se encuentra impoluto como el Mesías, aunque esté rodeado de ladrones bajo su mando. Es por esa visión del mundo doblemoralista, profundamente idiota y corrupta, que la mayoría de la izquierda mexicana (religiosa, perredista, priista, guerrillera, terrorista o populista) se siente como el justo que peca en arca abierta, validada en su vicio.
La doble moral no es un problema de conciencia y remordimiento, no se resuelve en la contrición cotidiana, es el cáncer que carcome a nuestra sociedad y junto con la estupidez (que es la hermana gemela del doble estándar) son las principales provocadoras de un nuevo ciclo de purgas y exterminos colectivos. Dicho en pocas palabras: La doble moral, la imbecilidad y la corrupción son una trinidad indisoluble, tres vicios distintos y un sólo mal verdadero.
Juanga la volvió a regar, ¿pero qué necesidad de escribir sin pensar?
En fin, el árbol torcido nunca se endereza y el columnista tarado jamás reflexiona antes de teclear babosadas.
Amén.
Por causas ajenas a mi voluntad me he abstraído del Circo Porcino Mexicano que ha dado su bochornoso espectáculo esta semana (me fastidian personajes como el payasito verde, los perredistas de uñas largas o el inefable peje que no se ensucia), pero deseo dedicarle unas líneas a uno de los pensamientos del nunca mal ponderado Juan Gabriel Valencia:
- «[...]Los perredistas incurren sistemáticamente en dos errores: se creen moralmente superiores al resto de los mortales y no entienden lo básico de los riesgos y problemas que entrañan dedicarse a la política profesional. Lo primero, pase; cada quien con su conciencia y su doble moral. Lo segundo, no, porque estos dicen ser la alternativa de México en el 2006[...]»
¡Habrase visto semejante estupidez! La doble moral no es un asunto de interés particular, como decidir si se desayuna salmón ahumado con queso crema y bagels, moka con croissants o huevos revueltos con birote salado. Lo que la obtusa weltanschauung de Juanga no comprende es que la doble moral es la causa de todos los desatinos y corruptelas perredistas que se han ventilado esta semana en la cloaca nacional. Sólo un político con doble moral puede condenar con dedo flamígero las suciedades de los adversarios mientras vive en la opulenta casa de un sujeto que se beneficia de su tráfico de influencias. Únicamente un jefe de gobierno con doble moral puede señalar que se encuentra impoluto como el Mesías, aunque esté rodeado de ladrones bajo su mando. Es por esa visión del mundo doblemoralista, profundamente idiota y corrupta, que la mayoría de la izquierda mexicana (religiosa, perredista, priista, guerrillera, terrorista o populista) se siente como el justo que peca en arca abierta, validada en su vicio.
La doble moral no es un problema de conciencia y remordimiento, no se resuelve en la contrición cotidiana, es el cáncer que carcome a nuestra sociedad y junto con la estupidez (que es la hermana gemela del doble estándar) son las principales provocadoras de un nuevo ciclo de purgas y exterminos colectivos. Dicho en pocas palabras: La doble moral, la imbecilidad y la corrupción son una trinidad indisoluble, tres vicios distintos y un sólo mal verdadero.
Juanga la volvió a regar, ¿pero qué necesidad de escribir sin pensar?
En fin, el árbol torcido nunca se endereza y el columnista tarado jamás reflexiona antes de teclear babosadas.
Amén.
lunes, marzo 01, 2004
Reflexiones ácidas sobre frases célebres (Parte II). Sobre la suerte y la complicidad
François Marie Arouet Voltaire sostenía que suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.
Sin embargo, no todo aquel que tiene buena fortuna es preparado y oportuno. Este mundo de nefasta condición está plagado de sujetos de ignorancia supina pero que cuentan con buenos padrinos, por lo que en esos casos la oportunidad se tranmuta en compadrazgo, nepotismo o complicidad del sinvergüenza con quien padece imbecilidad insuperable. La conclusión es obvia, también los idiotas tienen buena suerte.
François Marie Arouet Voltaire sostenía que suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.
Sin embargo, no todo aquel que tiene buena fortuna es preparado y oportuno. Este mundo de nefasta condición está plagado de sujetos de ignorancia supina pero que cuentan con buenos padrinos, por lo que en esos casos la oportunidad se tranmuta en compadrazgo, nepotismo o complicidad del sinvergüenza con quien padece imbecilidad insuperable. La conclusión es obvia, también los idiotas tienen buena suerte.
Usted debe estar de acuerdo con el Aviso Legal de Avengerlog para leer, estar o usar este weblog.